viernes, 10 de febrero de 2017

LA EVOLUCIÓN DEL SER HUMANO

Mercedes Parra y Nuria Rey, alumnas de Cultura Científica de 1º de Bachillerato, realizaron para el primer trimestre un trabajo sobre la evolución del ser humano.
En esta entrada mostramos el recorrido que realizaron desde el Sahelanthropus hasta el Homo sapiens.

Como siempre, Magnolia nos descubre el origen de las palabras que utilizamos para nombrar a los ancestros de la especie humana.

Veréis como van apareciendo el "ser humano del Chad", el "hombre original de las colinas de Tugen en Kenia", el "mono del suelo", el "mono del sur", "el que vive junto al hombre", el "hombre hábil", el "hombre trabajador", el "hombre que se ha puesto de pie", el "hombre que va por delante", el "hombre de Heidelberg", el "hombre de Neandertal", el "hombre de Rodesia" y el "hombre sabio".


La evolución humana es el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual (aunque hay muchas incógnitas todavía por resolver en este tema...). El término humano, en el contexto de evolución, se refiere a los individuos del Género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homínidos, como Sahelantropus, Orrorin, Ardipithecus, Australopithecus y Paranthropus.





Sahelanthropus tchadensis: primeros posibles homínidos bípedos con una antigüedad de 7 millones de años.

El término a1´nqrwpoç significa “ser humano” frente al “ser divino” qeóç. El término sahel- viene del árabe y significa “costa o borde del Sáhara”. Es un término muy curioso, un compuesto formado por lengua árabe y griega, seguido de un gentilicio, tchadensis, que hace referencia al lugar donde se localizaron los restos fósiles, Chad. La terminación o prefijo  -ensis era muy común en latín para la formación de los gentilicios (por ejemplo: hispalensis > hispalense).

Sahelanthropus tchadensis


Orrorin tugenensis: antigüedad de 6 millones de años, eran similares a los chimpancés.

Orrorin es el nombre local, en Kenia, de un personaje mítico, el “hombre original”. Y el adjetivo tugenensis, con el sufijo del que hemos hablado antes, nos indica su procedencia: las colinas de Tugen, en Kenia.

Orrorin tugenensis


Ardiphitecus: antigüedad de entre 5 y 4,5 millones de años. Hallados en Etiopia, según sus huesos se ha deducido que eran parecidos al chimpancé y bípedos.

El nombre procede de Ardi ("suelo" en lengua Afar de Etiopía), pithecus ("mono" en griego o2 píqhx, piqh´koç) y ramid ("raíz" también en lengua Afar). Así que nuestro amigo es el “mono del suelo”.

Ardipithecus


Australophitecus: apareció en África del este, entre 4 y 2,5 millones de años atrás. Fueron los primeros homínidos de los que se tiene la seguridad de que fueron completamente bípedos. Su cerebro rondaba el 35% del tamaño del cerebro del hombre moderno.

Significa literalmente “mono del sur”. Es un compuesto formado por el adjetivo latino “australis”, del sur (Austral, Australia) y el término griego para referirse al mono, píqhx.

Australophitecus


Paranthropus: Descendiente del Australopithecus, caracterizado por una gran robustez de la mandíbula y los molares, vivieron entre 2,6 y 1,1 millones de años antes del presente. Tres especies: aethiopicus, boisei y robustus (este coexistió con el Homo 1 millón de años).

La palabra Paranthropus fue acuñada por Robert Broom en 1938, que encontró fósiles y los clasificó en una nueva especie. Significa "al lado del hombre", y efectivamente, convivió con los Homo  durante 1,5 millones de años. De nuevo el griego hace su aparición, esta vez aunando el término ser humano con la preposición pará, que significa “al lado de, junto a”. Por ejemplo: parafarmacia.

Paranthropus



Homo habilis: Vivió en África entre 2,5 y 1,5 millones de años atrás. Cráneo más redondo. Foramen magnum ubicado más hacia el centro. Dedos curvos de pies y manos, lo que indicaba que aún utilizaban los árboles.

A partir de aquí entramos en la esfera latina, pues el sustantivo homo, hominis del latín significa “hombre”. De hecho, del caso acusativo singular “hominem” deriva nuestra palabra “hombre”. El adjetivo latino habilis, habile es el tatarabuelo, por así decirlo, de nuestro adjetivo “hábil”.


Homo habilis


Homo ergaster: Vivió en África entre 1,9 y 1,4 millones de años. Cráneo menos robusto. Talla y proporción del cuerpo similar a la nuestra. El cerebro sufrió un importante aumento.

Como ya somos expertos en cómo nombraban al hombre o al ser humano en lenguas clásicas, nos queda por ver el término “ergaster”. Viene del sustantivo griego e1rgasth´r, e1rgasth<roç que significa: trabajador, labrador, herrero.


Homo ergaster


Homo erectus: Es un homínido extinto. Vivió entre 1,9 millones de años y 70.000 años antes del presente en Asia. Poseía un fuerte mandíbula sin mentón, pero de dientes relativamente pequeños. Era robusto y con una talla elevada, hasta 1,8 metros y probablemente dominaba el fuego.

Erectus en latín es el participio del verbo “erigo”, estar de pie. Su traducción sería “el que se ha puesto de pie, levantado”.


Homo erectus


Homo antecessor: Es una especie extinta que vivió hace 900.000 años en Europa. El cerebro era más pequeño que el del ser humano actual. Medía entre 1,60 y 1,80 metros y el patrón de desarrollo y erupción de los dientes es prácticamente idéntico al del ser humano actual.

Antecessor, antecessoris: explorador, sustantivo derivado del verbo antecedo: ir por delante, abrir la marcha.

Homo antecessor


Homo heidelbergensis: Vivió en Europa desde hace más de 600.000 años y perduró hasta hace 200.000. Eran altos, fuertes, de grandes cráneos y con gran abertura nasal.

Su nombre deriva de ciudad alemana de Heidelberg. Del sufijo ya no hablamos, que sois expertos…

Homo heidelbergensis


Homo neanderthalensis: Vivió en Asia y Europa desde hace 230.000 hasta 28.000 años atrás. Tenía un tórax ancho y extremidades cortas, una frente baja e inclinada y no tenia mentón. Su capacidad craneal era comparable o superior a los hombres modernos.

El comienzo de la historia del hombre de Neandertal es también el inicio de la paleoantropología. En agosto de 1856 fue descubierto en espécimen que luego sería conocido como Neandertal 1. El lugar fue la cueva Feldhofer en una zona encañonada del valle del río Düssel, cerca de Düsseldorf, en la Renania del Norte Westfalia, Alemania, que se llama valle de Neander (en alemán Neandertal), nombrado así en honor del compositor y teólogo Joachim Neander. Si a Neandertal le sumamos nuestro sufijo de cabecera… pues eso...

 Homo neanderthalensis



Homo rhodesiensis: Descendió del Homo antecessor, vivió en África desde hace 600.000 hasta 160.000 años antes del presente. Tenía una capacidad craneal relativamente alta y conserva rasgos comunes a otros homos.

Como ya sabéis por nuestro sufijo, se trata de restos fósiles encontrados en Rodesia.

 Homo rodhesiensis


Homo sapiens: Vive desde hace 200.000 años y perdura en la actualidad. Posee capacidades que le permiten abarcar muchos campos. Los Homo sapiens son animales sociales capaces de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos.


Y por último, el Homo sapiens, el hombre que sabe o es sabio. Nuestro adjetivo procede, cómo no, del latín. Es interesante la etimología, pues nuestro adjetivo procede del verbo sapio, que significa también tener sabor o gusto. Así pues, nuestro sustantivo “sabor” procede de la misma raíz que “sabio, sabiduría”. Curioso, ¿no?


 Homo sapiens